Después de evaluar cuidadosamente las necesidades del terreno y considerar la mejora de la pared posterior, decidimos realizar una actuación completa para optimizar el espacio. El primer paso fue rebozar la pared posterior, lo que no solo mejora su aspecto, sino que también les da una mayor durabilidad y resistencia a las inclemencias del tiempo. Tras este trabajo, se pintó la pared de un color óxido; un tono cálido y moderno que aporta un aire rústico y elegante al entorno.

A continuación, se procedió a preparar adecuadamente el terreno, asegurándonos de que estuviera bien drenado y libre de hierbas no deseadas. Con la base lista, seleccionamos plantas adecuadas tanto para la iluminación del terreno como para los gustos y preferencias de los clientes. Este proceso de selección es crucial, ya que las plantas deben adaptarse a las condiciones específicas del lugar para prosperar de manera saludable.

El resultado final es un parterre mucho más vistoso y agradable a la vista, que no solo mejora la estética del espacio, sino que también lo hace más funcional y armonioso. Gracias a las plantas bien elegidas y al tratamiento de la pared, el jardín ahora tiene un carácter único y acogedor que complementa perfectamente el entorno.